Washington DC: La capital de USA en un día

Washington DC es una ciudad de burocracia donde visitamos el cementerio de Arlington, la Casa Blanca, el Lincoln Memorial o el monumento a Washington

Tras pasar por San Francisco, Las Vegas y Orlando la vuelta a Madrid empezó por Washington. Orlando iba a ser la última parada del viaje a USA 2015 pero nos las ingeniamos para que la escala en Washington tuviera una duración suficiente como para poder visitarlo rápidamente y lo conseguimos. La escala en la capital de los Estados Unidos tuvo una duración de casi 24h por lo que pudimos hacer un tour rápido por los lugares más iconicos de esta ciudad administrativa: El cementerio nacional de Arlington, el famosísimo Lincoln Memorial, recorrimos la National Mall pasando por el Washington Monument y luego bordeamos la Casa Blanca.

washington national mall

Llegamos a Washington por la noche, muy por la noche, y por un problema del The Churchill Hotel con las reservas (se les habían traspapelado todas las reservas online de esa semana) nos rehubicaron en el Kimpton Hotel Palomar. La verdad es que lo tenían todo resuelto (nos reservaron en el otro hotel y nos dieron dinero para el taxi) por lo que sólo fue un pequeño contratiempo. El Kimpton era igual o mejor y estaba a un par de manzanas además de estar en una calle con supermercados y sitios para cenar, así que no trastocó nuestra ruta y planes. Tras instalarnos en la habitación bajamos a buscar algún sitio para cenar y el Dupont Pizza de la misma calle nos pareció bien. Las reseñas en Yelp básicamente nos informaron de que es de lo mejor que puedes encontrar si quieres cenar a la una de la noche, como era nuestro caso.

Una vez descansados el día empezó camino a la Apple Store de Wisconsin Ave porque un día antes presentaron los nuevos colores del Apple Watch y en Europa tardarían aún unas semanas en venderse. Así que Pilar se hizo con su Apple Watch nuevo (foto con el simpático vendedor incluida) y bordeamos el río Potomac hasta el Puente del Arlington Memorial custodiado por dos estatuas de bronce gigantes.

Cementerio de Arlington en Washington DC

El cementerio nacional de Arlington es uno de esos lugares que consiguen mantener la paz a pesar de ser consecuencia de las guerras. Todo lo importante en Washington parece estar al final de una enorme y ancha avenida y la entrada al cementerio de Arlington no es para menos. La entrada es gratuita y hay mucha información tanto turística como histórica en el edificio de la entrada. Una vez dentro, vastas colinas llenas de lápidas se presentan frente a ti.

arlington washington

Es algo extraño ya que el paisaje es precioso, miles y miles de lápidas, tumbas, muertos perfectamente alineados hacen que el escenario sea bonito y macabro a la vez.

A estas alturas de nuestro viaje ya no estábamos para pensar mucho así que fuimos directamente a los puntos clave marcados en el mapa del cementerio, una lástima no haber tenido más tiempo porque seguro que en el Cementerio de Arlington hay miles de historias dignas de ser escuchadas, si tenéis más tiempo que nosotros, hay disponibles tours en la oficina de turismo y también la app ANC Explorer para vuestro móvil.

Tumba del Soldado Desconocido

En mitad del cementerio de Arlington está la archiconocida tumba al soldado desconocido, ese soldado imaginario que lucha por un país y/o unos ideales y al que se conmemora mucho. El monumento al soldado desconocido está custodiado por dos guardias todo el tiempo y junto a él hay un pequeño edificio que muestra elementos históricos geopolíticos de los USA.

unknow soldier washington

Tumba de los Kennedy

Otro de los puntos clave del cementerio de Arlington es la tumba de los Kennedy, un mausoleo al aire libre con una llama siempre viva que guarda los restos de la familia Kennedy, especialmente los del ex-presidente asesinados en Dallas y su esposa. La conocida como “familia real de América” descansa en paz al final de unas imponentes escaleras custodiadas por un guardia. La verdad es que es una tumba bastante modesta teniendo en cuenta la atemporalidad de los personajes.

kennedy washington

También están en el cementerio tumbas y memoriales sobre Iwo Jima, los dos de los transbordadores espaciales accidentados Challenger (1986) y Columbia (2003) o los relacionados con el 11S en su ataque al Pentágono.  Hay multitud de eventos de la historia americana y mundial representados en este cementerio nacional.

Mientras paseábamos por el cementerio de Arlington tuvimos la ocasión de ver una ceremonia en la que los familiares y toda una compañía de militares vestidos de gala marchaban junto a un coche de caballos que transportaba un féretro. No sabemos si era un funeral o qué, pero fue muy emocionante ver a todos los que estábamos en el cementerio parar de hacer lo que estuviésemos haciendo durante unos minutos mientras pasaba la comitiva. Hay momentos en los que se debe guardar distancia y respeto. Al fin y al cabo, nosotros éramos los turistas en un cementerio.

National Mall, la avenida de los EEUU

national mall washington

Una vez visitado el cementerio de Arlington y con Pi estrenando su Apple Watch quisimos recorrer la National Mall, la gigantesca avenida que muchos recordaréis llena de gente viendo el famoso discurso “I have a dream” de Martin Luther King o en la peli Forrest Gump, vete tu a saber. El caso es que la avenida tiene unos 3 kilómetros de longitud y formando una cruz junta varios poderes de los Estado Unidos además de ser todo un museo al aire libre, empezando por el Monumento a Lincoln avanza hasta encontrar el Monolito dedicado a Washington donde siguiendo recto llegaremos al Capitolio de los Estados Unidos, sin embargo,  girando a la izquierda iremos a la Casa Blanca.

Así que empecemos por el principio.

Monumento a Lincoln

Efectivamente la foto que encabeza este post es la famosa estatua del señor con sombrero sentado es el Monumento a Lincoln, el político que acabó con la esclavitud en los Estados Unidos y que consiguió que los estados siguieran juntos tras la guerra civil. Su monumento es famosisimo, ha aparecido hasta en Los Simpson y aunque en alguna película veáis que está vacío, es mentira. Era imposible hacerse una foto sin recibir unos cuantos empujones. Sobre todo de gente asiática ¿qué le pasa a esa gente incapaz de no pasar frente a alguien que pretende hacer una foto? A algunos incluso sonreían para la foto en la que se estaban colando. Increíble.

El monumento es pequeño, para que nos vamos a engañar. Aunque muchas cosas (sobre todo en Las Vegas) nos parecieron bastante más grandes en directo de lo que se suelen imaginar en el cine o fotos la estatua de Lincoln fue un poco al revés. Sentado en su enorme trono la verdad es que no es mucho más grande que una persona normal, pero claro, lo tienen en lo alto de esas escaleras y dentro de un edificio tan imponente…

Monumento en memoria de George Washington

Así que seguimos andando por los 3 kilómetros de la National Mall de Washington hasta llegar al centro de la cruz que forma para encontrarnos con el famoso obelisco que se puede ver desde cualquier parte de la avenida por no decir de Washington. Sus 170 metros son imponentes aunque pierde un poco de gracia el echo de que lo tengan en medio de una enorme rotonda bordeada por hasta 6 carriles de coches.  Es visitable y hay tours pero íbamos con el tiempo justo así que simplemente avanzamos en esta avenida/museo. Sin llegar a la misma base del monolito se pueden ver el Monumento a George Washington bastante bien y aunque no nos llegamos a acercar el Capitolio también se podía ver perfectamente.

washington monument

Con nuestro tiempo justo preferimos ir hacia la Casa Blanca, sin duda, una de las joyas de la corona de Washington DC, más por lo que representa que por otra cosa, todo hay que decirlo. Aunque el paseo hasta el Capitolio nos habría permitido ver los museos Smithsonian, justo al lado del Monumento a Washington vimos el memorial de la Segunda Guerra Mundial y seguimos hacia la Casa Blanca.

washington national mall zone

La Casa Blanca

El ambiente cerca de la casa donde vive el Presidente de los Estados Unidos de América es extraño. Los alrededores empiezan a ser más urbanitas y excesivamente burocráticos, se ve a muy poca gente sin traje y zapatos. Todo el mundo tiene ese aire de ser alguien importante o estar a punto de serlo, los edificios son de oficinas y hay poco o nada más que hacer que pasear. Bueno si, jugar a ver quién es del servicio secreto y quien no.

casa blanca washington

Es gracioso ver a un montón de gente con los pinganillos esos de las películas y enormes hileras de todoterrenos-monovolúmenes con los cristales tintados. El rollo ese de “sabes que están pero no los ves” es tal y como sale en las películas.

Cuando nos estábamos acercando a la Casa Blanca un aura decepcionante nos envolvió… Primero, nadie había detenido, ni siquiera mirado mal a Carballo y segundo, es enana. A ver, entendamos enana en su contexto: Ahí vive una de las personas más poderosas del mundo. Desde esos despachos se han iniciado (y terminado) guerras en todas las partes del mundo. En esos pasillos se decide si el cambio climático es reversible o pasamos de hacer nada, desde ahí se manda la orden de espiar desde a nuestros vecinos hasta a Angela Merkel. Pues al final en cualquier barrio pijo de Madrid hay casas más chulas.

Rodeada por unos cuantos cientos de metros de césped y campo abierto le dimos media vuelta empezando por la parte de delante con las famosas seis columnas formando un semicírculo (muy alejada como para hacer una foto medio bien sin un teleobjetivo) y terminando por la parte de atrás, mucho más cercana a la valla pero sin demasiada gracia además de estar mucho mejor vigilada, nadie nos dijo nada pero cuando sacamos (Carballo sacó) el fuet y el velociraptor para hacer las fotos de siempre un par de guardias se alertaron un pelín.

Allí mismo, a los pies de la Casa Blanca dimos por terminada nuestra visita express a Washington DC, pedimos un Uber, nos llevó al hotel donde recogimos las maletas y de allí al aeropuerto donde regresamos en un vuelo directo hasta Madrid, esta vez sin miedo a que nada se torciera y pasando una infinidad menos de controles, porque en USA te tienen mucho miedo cuando llegas, pero ninguno cuando te vas.

Y cuando llegamos a Madrid lo tuvimos muy claro:

tortilla